El Proyecto

Ph Sol Janik

El proyecto Kalo Chiriklo surgió en 2016 cuando cuatro músicos amigos, Aline Miklos, Kostas Zigkeridis, Luciano Bertoluzzi y Benjamín Groisman, comenzaron a experimentar con la música, combinando los distintos lenguajes que ofrece el universo musical romaní, latinoamericano, oriental y de Europa del Este. Cada músico pertenecía a uno o más de estos mundos. Con el pasar de los años, nuevos músicos se fueron sumando a este proyecto, al que cada uno fue aportando su impronta, a partir de sus vivencias y sonoridades, siempre muy particulares. Ellos son Juan Olivera (tropeta), Agustín Raubian (percusión), Juan Bayón (contrabajo) y todos los invitados que participaron de este proyecto. Nuestras exploraciones trajeron como resultado un CD, en el cual se mezclaron todos estos elementos mencionados.

El nombre de la banda fue tomado de la letra de una canción anónima, que concibió, probablemente, una mujer romaní prisionera del campo de concentración de Auschwitz. En la letra, ella solicita a un pájaro negro que le comunique a su familia, que- a pesar de las dificultades que atraviesa, regresará a su casa.

En romaní, la lengua hablada por los pueblos romaníes (más conocidos como gitanos), Kalo Chiriklo puede asumir varios significados. La traducción que elegimos para  dar nombre a este proyecto es Pájaro (Chiriklo) Negro (Kalo). Sin embargo, el idioma romaní tiene varias ramificaciones y en algunos grupos “Kalo” solo significa “negro”,  mientras que en otros puede significar la palabra “hombre”, o el conjunto de palabras «hombre negro». La palabra Chiriklo también puede significar pájaro o pollo. Cuando optamos por este nombre, no conocíamos la pluralidad de significados que podía tener, lo que resultó un grato descubrimiento.

MÚSICOS GITANOS EN AMÉRICA LATINA

Antes de grabar el álbum, nos preguntábamos si existía la música romaní latinoamericana y dónde se encontraban los músicos romaníes profesionales. ¿Qué tocan? En primer lugar, son poco frecuentes en América Latina las fiestas o reuniones romaníes en las que se escucha, para asombro de muchos gadje (no romaníes en el idioma romaní), a Goran Bregovich, Emir Kusturica, las fanfarrias en general o el jazz manouche. Lo que si se suele escuchar son canciones propias de cada país, como por ejemplo, la cumbia y el reggaeton en Argentina, o el sertanejo, el pagode y el forró en Brasil. Además, también se escucha mucho la música religiosa porque una gran parte de este pueblo hoy en día es evangélica.

No obstante, es curioso que en Brasil, en muchas de las bodas romaníes pertenecientes al grupo “rrom” (en su gran mayoría, provenientes de Europa del Este), no puede faltar una banda de cumbia, mientras que en Brasil es muy poco habitual  escuchar cumbia. Como afirma Aline Miklos, la cantante de la banda, la primera vez que escuchó una cumbia fue en su infancia, en la boda de sus primos. Para ella, era un ritmo diferente y asociado con las bodas de la comunidad.

Ahora bien, ¿dónde están los músicos romaníes? ¿Qué tocan? También para la sorpresa de muchos gadje, son pocos los que logran participar en festivales de música gitana en todo el mundo. De hecho, lo que suena en esos festivales no es exactamente la música propia que elaboran  los músicos romaníes. Como veremos a continuación, una gran parte de estos músicos pertenece a bandas que interpretan música regional y popular, o a bandas de las iglesias evangélicas.

Antes de mencionar nuestros descubrimientos musicales en América Latina, vale la pena hacer un breve resumen sobre la migración de los pueblos romaníes y cómo llegaron a esta región. Comúnmente llamados «gitanos», los romaníes abandonaron la zona de Punjab, al norte de la India, probablemente en el siglo XI, en una ola migratoria que los llevó hasta el imperio turco-otomano y después se fue ampliando. El origen hindú de este pueblo fue establecido por numerosas investigaciones lingüísticas, iniciadas a finales del siglo XIX, e incluso también fue corroborado por investigaciones genéticas, como por ejemplo la que llevó a cabo el profesor David Comas de España. En 1971, durante el primer congreso romaní celebrado en la ciudad de Londres, la Unión Internacional Romaní (IRU) asumió el origen indio de este pueblo, además de haber creado un himno (Gelem Gelem) y una bandera (muy parecida con la bandera de India). En este mismo congreso, se oficializó el nombre “romani” para designar a este pueblo en general, con el fin de relegar el término habitual con el que se los llamaba, “gitano”, considerado como una denominación peyorativa e impuesta por los gadje.

Este grupo se ha dispersado con el tiempo,  incluso una parte de ellos fue esclavizada en Rumanía hasta 1856. Sobre las denominaciones de los distintos grupos que se han formado, a partir de este grupo originario que salió de India, a grandes rasgos, podemos mencionar que aquellos que vivieron o viven en Europa del Este durante algunos siglos son conocidos hoy como rroms (en Argentina algunos escriben “gom”). Por otro lado, los que se fueron a España o a Portugal y de ahí migraron para otras partes del mundo son conocidos como kale (o como Calons en Brasil y Kalos en algunos países de América Latina), mientras que aquellos que están o estuvieron en la región entre Francia y Alemania son conocidos como Sinti.

A partir de estos grupos principales, se conformaron distintas ramificaciones y cada una de ellas habla una variación del romaní, en la mayoría de los casos mezclado con el idioma del lugar donde viven o vivieron por largos años. Además existen algunos grupos que no hablan romaní porque perdieron el idioma en algún momento de la historia, como es el caso de los Ludar. Los romaníes que pertenecen a este grupo hablan un dialecto que es muy parecido al rumano antiguo. Esta división, como señala el investigador Marcos Toyansk, es muy reciente, ya que, hasta finales del siglo XIX y principios del XX existía una sola división, entre los romaníes occidentales y los orientales.

Los primeros romaníes que llegaron a América Latina fueron los de origen ibérico, conocidos como Calons en Brasil. Es interesante observar que mientras el imperio portugués, desde el inicio de la colonización del continente americano, mantuvo la política de deportar a los romaníes hacia sus colonias,  por el contario en el imperio español la orden era no deportarlos. Por esta razón, desde el siglo XVI encontramos registros de personas y comunidades romaníes en Brasil, a diferencia de Hispanoamérica, incluso en Argentina, donde fueron muy pocas las familias que llegaron antes de finales del siglo XIX. Los investigadores Manuel Ángel Río Ruiz, Manuel Martínez y José Luis Gómez Urdáñez realizaron una importante investigación sobre la migración de los pueblos romaníes a Hispanoamérica, cuya  referencia se encuentra en la bibliografía.

Los calons arribaron a Brasil en el siglo XVI, mientras que los romaníes llegaron principalmente a fines del siglo XIX, como fue el caso de la familia Miklos, entre tantas otras. Los principales grupos romaníes de ese país son los rroms y los calons, siendo escasos los de origen sinti o ludar. En el resto de América, la gran migración tanto de Kalos como de rroms y ludares (subgrupo romaní formado en Rumania) fue a finales del siglo XIX y principios del XX. En las décadas de 1940 y 1960 también hubo una fuerte migración de Kalos a Buenos Aires, como veremos a continuación.

En Brasil se destacan importantes músicos romaníes, como es el caso de Mio Vacite y toda su familia, quienes impulsaron la música romaní en el país. Con el grupo Coração Cigano, conformaron la banda sonora de la telenovela Explode Coração (1990) y desde entonces se han hecho famosos y han ganado numerosos premios en todo el mundo. Después de la telenovela, la banda logró continuar y toda la familia tuvo éxito profesional, tocando con músicos reconocidos de Brasil, como Ivete Sangalo, Xitãozinho y Xororó y Paula Fernandes.

Como otros músicos destacados podemos mencionar a Marcelo Sanfoneiro Cigano, rrom de origen serbio, excelente acordeonista que ha tocado y grabado con músicos como Hermeto Pascoal, Toninho Ferragutti, Richard Galeano, entre otros. Con su hijo Winicius Luiz, también acordeonista, interpretan canciones gitanas tradicionales de Europa del Este, jazz manouche, música balcánica, choro y forró. En una de las entrevistas concedidas al colectivo #OrgulhoRomani, Marcelo afirma que en todos sus espectáculos se preocupa por tocar al menos una canción tradicional romaní. Además, en la misma entrevista demuestra y explica cómo la música brasileña fue influenciada por la música romaní.

A su vez, también podemos mencionar la banda Gipsy Forever de flamenco, y los innumerables músicos Calons que están en el campo de la música sertaneja y que son muy conocidos, como el compositor Zanata y el dúo Edy Brito y Samuel. Este dúo, incluso, grabó una canción en Chib (como los grupos Calons denominan a su idioma en Brasil) que tuvo mucho éxito, llamada Bute Pilon.

Por su parte, en Argentina encontramos con algunos músicos profesionales romaníes en bandas de cumbia y reggaeton. Sin embargo, los músicos del grupo Kalo son los más destacados por su forma y estilo. Cuando llegaron de España en los años cuarenta y sesenta, trajeron a la ciudad de Buenos Aires los tablaos flamencos y toda la magia de las cuevas andaluzas. Hay algunas familias reconocidas en el tema, como la familia Cádiz, la familia Romero y muchas otras. En nuestro CD pudimos contar con la participación de Diego Rodríguez y Juan Romero, dos músicos autodidactas y muy destacados en lo que hacen.

Cabe destacar, en Argentina el caso de la famosa familia Dimitrievich, conocida como la Troupe Dimitrievich. Ellos son de origen ruso y, para escapar de la segunda guerra, emigraron a Brasil y luego se fueron para Argentina.  Finalizado el conflicto, una parte de la familia regresó a Europa y se instaló en Francia. Aliosha Dimitrevich y Valia Dimitrievich son algunos de los grandes músicos de esta familia que dejaron un importante legado, sus videos pueden ser encontrados fácilmente en YouTube. Además, Aliosha era hermano del famoso actor de Hollywood Yul Brynner, quien cantó por primera vez el himno romaní Gelem Gelem.

Algunos Dimitrievich que se quedaron en Argentina también siguieron una carrera artística, como es el caso de Valentina Dimitrievich, quien fue bailarina en su juventud, y su hermano Roberto Dimitrievich, quien fue primer bailarín en el Teatro Colón y varias otras compañías de danza alrededor del mundo. Hoy es coreógrafo y profesor invitado en el Ballet del Teatro Colón, en el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín y además es profesor del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Ha formado generaciones de bailarines en todo el mundo.

En Chile también encontramos a algunos músicos romaníes como Nasslo Nicolich, quien participó en la banda sonora de la novela Romane de los años 2000 y consagró la canción Murni Charicha en su voz. Además, también podemos escuchar a la banda pop-gitana RomaHit en las radios chilenas, que insertan melodías en escalas típicas de Europa del Este y algunas palabras en romaní al reggaeton.

Si bien es difícil nombrar a todos los excelentes músicos gitanos que hemos descubierto por Latinoamérica, seguro faltaron muchos en esta lista,  decidimos ponernos en contacto con algunos de ellos para conocer y dar a conocer sus trayectorias, con el fin de contribuir a romper los estereotipos que asolan a la música y a los músicos romaníes en nuestra sociedad. Cuando se habla de música romaní en América Latina, para personas no romaníes, lo primero que asocian es con la fanfarria de Europa del Este o el flamenco, pero la realidad es muy diferente.

Toda la investigación que realizamos sobre músicos romaníes en América Latina, en el marco de este proyecto, obtuvo una gran repercusión. Gracias a ello, Aline Miklos logró presentarla en la Universidad de Harvard, en abril de 2019 y también consiguió realizar un taller sobre el tema en SESC Formação (São Paulo / Brasil), con la colaboración del grupo de músicos e investigadores “Baxtale, Grupo de Investigación sobre la Música Romaní”. El tema del taller fue “Los gitanos a través del canto”, donde trabajamos el estereotipo de los romaníes en canciones populares y en obras de clásicos como Liszt. Luego, analizamos el estilo de canto y letras de canciones romaníes de Europa del Este, tanto antiguas como contemporáneas.

Bibliografia:

GUIMARAIS, Marcos Toyansk S. (2012) O associativismo transnacional cigano: identidades, diásporas e territórios. Tese defendida pela FFLCH/USP. URL: https://teses.usp.br/teses/disponiveis/8/8136/tde-22022013-124150/pt-br.php

RUIZ, Manuel Ángel Río (2017). “La redada general de gitanos de 1749” in: AH Andalucía em la Historia. Año XV, numero 55, enero-marzo.

MARTÍNEZ, Manuel Martínez. Las medidas sobre gitanos de Carlos III in: AH Andalucía em la Historia. Año XV, numero 55, enero-marzo.

URDÁÑEZ, Jose Luis Gómez. Estereotipos gitanos del siglo XIX in: AH Andalucía em la Historia. Año XV, numero 55, enero-marzo.

CARVALHO, P. P. de.. Cadê o Cigano? Reflexões sobre gypsy jazz e ciganidades. Música Popular em Revista, Campinas, SP, v. 7, n. 00, p. e020016, 2020. DOI: 10.20396/muspop.v7i00.14313. Disponible en: https://econtents.bc.unicamp.br/inpec/index.php/muspop/article/view/14313. Última consulta: 21 jan. 2021

AGRADECIMIENTOS

Durante todo nuestro trayecto, desde la presentación del proyecto para el Mecenazgo hasta el lanzamiento del CD, nos encontramos con personas que fueron fundamentales para nuestro trabajo. Nos gustaría agradecer a todos los músicos que grabaron con nosotros, a todo el equipo tecnico, a Luciano Bertoluzzi y a Benjamin Groisman que estuvieron en la fundación de la banda. A Hernan Rostan por todo el apoyo y compañerismo de siempre. A Sol Janik por las fotos. A Tomas Zambonini por el arte de las tapas. A Electra y a Sebastián Ulises por el apoyo logístico. A Marcelo Sanfoneiro Cigano, Guilherme Gul, Caetano Maschio, Winiciuz Luiz, Perla Miguel, Pedro Paes, a la familia Cristo-Dimitrievich, Damian Cristo, José Costich, Javier Cristo, Ailen Paleo, Marcos Toyansk, Diego Lenger. A la familia Miklos que siempre confió en nuestro trabajo. Un agradecimiento especial a los músicos e investigadores Ivan Andrade y a Matias Dominguez por la lectura y por los innumerables diálogos sobre la música romaní. A Laura Gueddes por la revisión. A Gabriela Marques por la bibliografía.

Agradecemos igualmente a Elisa Costa, Igor Shimura, Aluizio Azevedo, Voria Stefanofsky, Veruska, Dafina Savic, Vivien Brassói  y a todos los amigos y compañeros que sueñan y luchan por un mundo más justo. Todos ellos nos hicieron el aguante desde el principio. Agradecemos inmensamente a Adario Silva y a Maria Estela Moco Miclos por todo el amor de siempre.

Agradecemos a Brahim Music, más conocido como Dayo, por haber enseñado y disponibilizado a Aline Miklos gran parte de su repertorio de música romaní. También agradecemos a la organización  Zor, AMSK, #OrgulhoRomani, Observatorio de Mujeres Gitanas, AEEC-MT, La Voix des Rroms, a Romanipe, y a IRU, ONGs que hacen un lindo trabajo por los derechos de los pueblos romanís.

Por fín, un especial agradecimiento a Mecenazgo y a Club del Disco, sin ellos esto proyecto no sería posible.

Irónicamente también agradecemos a toda la policía de la moral, de las buenas costumbres y de la hipocresía,  que siempre nos criticaron,  difamaron e injuriaron. Lo que no nos mata, nos hace más fuertes.

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